Mi quiropráctico es de Tejas y es demócrata hasta la médula.
Como si fuera una religión.
Como si fuera del Barça.
El tío, un soltero de 50 tacos, votó a Hillary, pero también dice que la tendrían que encarcelar y tirar las llaves en el Mississippi.
“¡Es una corrupta!“
Y, como cualquier demócrata buenista de estos, el tío no aguanta a Trump.
Bueno, el sábado pasado estaba tomando algo con unos amigos y alguien lo había invitado al bar.
Yo estaba en la puerta charlando con un amigo fumador, cuando el tejano vino con una chica tan joven, que estábamos seguros de que era su sobrina.
Pero no lo era.
Nos la presentó como su “date”.
Su cita.
La chica parecía una “cheerleader” de un estado tipo Milwaukee o Kansas.
Era estadounidense auténtica.
La chica nos dijo que era au–pair y que tenía que coger un tren para estar en Sitges a las 23.00.
“Adiós”.
El tejano la fue a dejar a la estación y volvió.
-Y esa “cenicienta”… ¿dónde la conociste?, le dije… “si te pasas el día ajustando columnas a jubilados”.
“Err… en una página de citas” se confesó el anti-Trumpista.
“Ah ¿sí?… y …. ¿qué edad tiene la chiquilla?
“Eehh…24″.
Lo bueno fue su expresión cuando me dijo su edad.
Cuando dijo 24.
Lo dijo como esperando a que lo criticara llamándole “viejo verde” o “asaltacunas“.
Estaba esperando a que lo juzgara.
Pues no.
A mí me da igual.
Bueno… es un poco gracioso.
Primero, yo creo que las guiris sueñan que venga un Javier Bardem con camisa roja y las invite a que pasen el finde en Oviedo, conversando, tomando vino y haciendo el amorrr, pero claro.
Eso no ocurre.
El macho ibérico se ha afeminado y la “cheer–leader” acaba conociendo tíos de su propio país mientras que compra papel higiénico y cotilla por el instagram.
No es una historia de película.
¿Otra cosa que me parece graciosa?
Pues,
Tanto criticar a Trump, tanto decir que es un dictador, un cabrón y un déspota, pero con su política de salir con mujeres que tienen por los menos 20 años menos que él… ¿con eso sí que estás de acuerdo….no?
A ver qué me dice.
Igual es mejor decírselo después del ajuste para que no me rompa la espalda y me deje en una silla de ruedas.
Ya veremos.
A ver.
Creo que acabo de dar, por lo menos, tres lecciones sobre cómo vender con email.
Cuántas hayas pillado, eso depende de ti.
Ahora… si quieres aprender cómo resaltar en el buzón de correo como un viejo verde paseándose con una cheerleader, pues…
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