Ayer recibí un email de un reconocido “buda de los embudos” en que me prometía revelar algo súper-importante.
¿Qué será?
¿Que tus cursos los hacen cuatro chinos en Banglades?
¿Que lo has copiado todo de un yanqui?
¿Que eres amiguito del gabacho con los dientes podridos?
¿Qué me vas a revelar?
Pues, en el email, el buda reveló cuanto dinero había ganado con su último curso.
No lo quería hacer, pero al final no pudo resistirse.
Lo tuvo que contar.
Lo tuvo que soltar.
El guru dijo que había ganado más de cien mil euros con su curso.
100.000 €.
¿Y?
Pues no sé.
Me parece una estupidez.
Especialmente en España.
Te cuento el porqué.
A ver.
Leí una noticia en que la Guardia Civil pilló a una banda de colombianos especializados en robar a propietarios de tiendas chinas.
Era un buen negocio porque los chinos, en vez de ingresar la pasta en el banco, lo meten bajo el colchón.
Y, como no declarar todo a Hacienda, ni saben hablar castellano, no llaman a la policía a denunciar los colombianos.
Los colombianos, antes de que los pille la Guardia Civil, se estaban comprando mansiones en el caribe.
¿Otro ejemplo?
Leí una noticia de una banda de búlgaros especializados en robar coches de alta gama usando tecnología súper-avanzada.
Los coches no los mandaban a Bulgaria sino que los revendían a narcotraficantes españoles.
Pero, no paraban ahí.
Ponían un GPS para rastrear la ubicación del coche, y cuando los narcos recogían hashis o coca en la costa, los búlgaros venían disfrazados de policías y les robaban la droga.
Y luego la revendían a otros narcos.
Jaja.
Vaya par de huevos.
Mira, hay una escena de los Soprano que me hace recordar lo que el buda de los embudas tendría que hacer.
Junior Soprano, el abuelo calvo que era el jefe de la mafia, acaba en un centro de locos y para sacar pasta monta un juego de naipes con los demás dementes.
Soborna a un enfermero negro para que haga la vista gorda y para que le traiga golosinas y coca-colas.
El negro le cobra 60 dólares por tres latas de coca-cola y una bolsa de chuches.
Repito.
El negro le cobra 60 dólares por tres latas de coca-cola y una bolsa de chuches.
“¿60 dólares? Eso es un puto robo, además ya te di mi reloj de oro”, se queja Junior Soprano que demuestra que no está del todo loco en el coco.
Pero, el enfermero negro le responde algo que me hace mucha gracia, ya que Junior Soprano es blanco, y el enfermero es negro.
Le dice…
–Ey, no cuentes mi dinero, nigga.
Pues claro.
Tiene razón.
No cuentes mi dinero, nigga.
Si has generado 100.000 con un curso, pues de puta madre.
Eres un crack.
Pero si has generado 100.000 con un curso y vas y se lo dices una lista de 10.000 desconocidos, pues no sé.
Me parece que estás FUMANDO crack.
No me extraña que se forme una banda que se especializa en entrar en casas de budas de los embudos y robarles todo el dinero electrónico.
Pero claro, ¿quien sabe si es verdad?
Igual han hecho pantallazos en el photoshop para hacerse ver que están ganando mucho dinero, y que tú también podrías ser como ellos.
En cualquier caso… no cuentes mi dinero, nigga.
Otra cosa.
Para aprender sobre cómo vender con email…
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