Cuando estuve de vacas en Bulgaria, fui con una chica a una cafetería supuestamente “italiana” para tomar un café y comer un helado.
Se veía de lejos que el camarero era un inútil.
Le pedí dos cafés solos, una bola de helado de chocolate, una tarta de chocolate de queso y le pagué.
El tipo me preguntó cuantos cafés quería.
– Dos. Dos cafés.
Luego me preguntó cuantas bolas quería de chocolate.
– Una. Una bola.
Salimos a la terraza y el subnormal me tocó las bolas preguntándome cuantos cafés había pedido.
Le dijo dos.
Nos sentamos fuera, me comí el helado y ella la tarta de queso y me di cuenta que el tipo no salía con los cafés.
Qué lento, ¿no?
Pensé que igual era uno de estos sitios en que tocaba buscar el café dentro.
Tipo auto-servicio.
Entré y le pregunté que había pasado con los cafés.
-¿Los sacas fuera o toca llevarlos?
El tipo me dijo que se había olvidado.
Nada más.
Salí de nuevo a la terraza y el tontainas me preguntó… ¿oye cuántos cafés eran?
– ¡Dos!
Justo antes de sentarme, el tipo me volvió a preguntar…
– ¿Eran cafés SOLOS verdad?
Pues vaya inútil.
Mira.
Este tipo me recuerda un poco a un buda de los embudos que sufre del terrible condición conocida como…
“El suscribititis”
“El suscribititis” ocurre cuando estás suscrito a una lista de un embudista que te pide que te VUELVAS a suscribir para un training de 3 días.
O para otra cosa.
Y, una vez que te suscribes al training de tres días, el tipo te pide que te suscribas a cada uno de los tres de días training.
Suscribite al dia 1 – “Táctica mega secreta”
Suscribite al dia 2 – “Truco hiper secreto”
Suscribite al dia 3 – “La sangre de cristo y quien mató a JFK”
Es decir, en vez de vender algo, te pide que te vuelvas a suscribir y suscribir y luego suscribir de nuevo.
No sé.
Supongo que funciona.
Será un táctica de los embudistas con mega-listas.
Pero, me parece muy laborioso.
Y muy odioso.
Yo prefiero las cosas bien simples.
Como el email diario.
Este email por ejemplo lo estoy escribiendo después de haber tomado 3 copas de rakia de 100 gr, dos cervezas marca Pirinsko y un carajillo.
Y me he comido una cabeza de ternera a la brasa.
Todo buenísimo.
Ahora, si prefieres lo simple a lo complejo…
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