La previa: 10 minutos con el email copywriter menos conocido que más ha vendido

 

Esto es la transcripción de la mi entrevista con Oriol Parreño, el email copywriter de MeQuedoUno. Para ver el vídeo, haz clic aquí.

 

NICOLÁS REYES: Soy Nicolás Reyes de palabrasquevenden.es.

Esto es una mini-entrevista con Oriol Parreño que a mí me gusta llamarlo como “el copywriter menos conocido que más ha vendido”, porque muy poca gente lo conoce pero, muchísima gente en España ha comprado todo tipo de productos leyendo emails suyos.

Entre 2009 y 2014 Oriol trabajó como copywriter para la ecommerce MeQuedoUno.com, que sigue existiendo, pero con un modelo de negocio muy diferente.

En ese tiempo Oriol escribía un email al día y más o menos y escribió unos 2.000 emails.

Esos emails generaron entre 19 y 20 millones de euros en ventas, ya que el canal principal de MeQuedoUno era el email diario.

Es decir, el email diario en España no empieza con gente como yo u otros formadores, sino que realmente empieza con MeQuedoUno y Oriol Parreño. 

Y, el producto no era “cómo vender con email” sino REALMENTE vendían algo con el email, que es muy diferente.

Es diferente vender un producto de verdad que vender “cómo vas a vender un producto”.

Oriol, me estoy enrollando, vamos a hablar un poco sobre tu día a día en MeQuedoUno.

Vamos a hablar de ciertos productos que vendiste, que si los ves de fuera dirías: 

“Madre mía, ¿cómo se vende esto con tan pocas palabras?”.

ORIOL PARREÑO: Bueno, la verdad es que era un reto.

Además, cada día era un producto diferente.

O sea, yo llegaba al trabajo y me sentaba en mi mesa con mi ordenador, y el jefe de cada departamento, el que fuera de deportes, el que fuera de vinos, el que fuera de tecnología, el que fuera de hogar, etcétera, venía y entonces me venía con su oferta o me la mandaba por email, y si yo tenía dudas, pues iba a consultárselo.

Lo que pasa es que cada día era un producto diferente.

Entonces, la manera de encarar este producto era lo que nos diferenciaba, yo jugaba más con el surrealismo y más con darle otras utilidades a este producto para luego venderlo, o sea, jugaba al revés siempre.

NICOLÁS REYES: Me comentaste antes que un día te vino el comercial y te puso un pádel en la mesa.

ORIOL PARREÑO: Sí, bueno con el deporte, ya sabemos que el pádel está de moda, y me vino el comercial e incluso me trajo la pala, me trajo el modelo, me la dejó encima de la mesa y me dijo:

“Tenemos que vender esto”, y le dije: “Bueno, ¿Qué particularidad tiene esta pala respecto a otras?”.

Me dice: “La oferta que tenemos es mucho mejor que lo que puedas encontrar en cualquier otra tienda, nosotros damos mejor precio”, y digo: “Pero con mejor precio, sí, pero habrá que encontrarle algo a esta pala”.

Entonces, cuando te miras un objeto, siempre intento buscarle a qué se parece,

¿A qué se parece una pala de pádel?

Entonces me la empecé a mirar y digo: “Esto parece una pala de panadero”.

Entonces, a través de la pala de panadero le di la vuelta al copy y entonces construí una historia a través de lo que podía ser la vida de un panadero con esa pala de pádel, lo que llegaba a conseguir el panadero con eso.

Entonces, a la conclusión a la que llegaba es, si el panadero con esta pala hace esto, imagínate si la usas correctamente y juegas a pádel, o sea, vas a conseguir los mejores logros deportivos.

Esto sería un poco lo que llegué o lo que me inspiró para hacer la pala esa.

NICOLÁS REYES: Es una manera bastante rara de vender una pala de pádel, ¿no?

ORIOL PARREÑO: Bueno, pero es que yo creo que también la gente está acostumbrada que les hablen de las cosas, un vaso sirve para beber, una pala de pádel sirve para jugar, unas zapatillas sirven para correr o para practicar deporte.

Entonces la gracia es intentar encontrar historias que se crucen, que no tengan nada que ver y que luego las solucionas, luego cierras el círculo alabando las propiedades, pero como un final, es una historia que hay que vender.

NICOLÁS REYES: Y otro día, creo que estabas en tu mesa, y viste a un compañera que tenía una bolsa llena de cosas…

¿Qué pasó luego?

ORIOL PARREÑO: Sí, eso fue un día que teníamos discos duros, fueran de una tera, de 2 teras, incluso antes no había de teras, eran de 500 gigas, entonces, bueno, me dejaron ahí encima el disco duro, me lo empecé a mirar, digo:

“Ostras, ¿Qué hago yo con este disco duro?, claro, puedes meter cosas y tal”.

Entonces, me fijé en una compañera, llegó con una bolsa de deporte, venía de hacer deporte, nos saludamos, y en esa bolsa de deporte empezó a sacar de todo.

Sacó una taza, sacó el móvil, no sé si sacó también unas zapatillas, sacó una toalla, sacó ropa, sacó muchas cosas, entonces pensé:

“Esta mujer lleva un disco duro tangible de cosas que puede tocar encima, pero eso le ocupa lugar, porque es una bolsa, la coge y saca cosas, el disco duro tiene una ventaja, es así de pequeña y le puedes meter todo dentro”.

Entonces, hice una historia jugando con las bolsas, que tienes que meter cosas dentro y que te ocupan lugar.

NICOLÁS REYES: Comparado con cómo la gente suele vender un disco duro, esto es muy raro.

ORIOL PARREÑO: Es muy raro, es verdad, pero siempre he pensado que para vender un producto siempre tienes que buscar otro punto de vista.

NICOLÁS REYES: Sí, sí.

A ver, ten en cuenta que lo que está contando Oriol sirve para muchas cosas y no solo para vender discos duros y palas de pádel.

La última cosa que me gustaría que me comentes es lo de las chimeneas portátiles que todo mundo en España tiene.

Yo he tenido varias porque en Barcelona se pasa mucho frío en invierno. 

De hecho, un año pasé más frío en invierno en Barcelona que en Suecia, que es algo increíble. 

ORIOL PARREÑO: Bueno, quizás porque los hogares están más preparados en Suecia que en Barcelona.

NICOLÁS REYES: Quizás si… bueno, cuéntame lo de la chimenea, porque esto ya es…

ORIOL PARREÑO: Sí, el de la chimenea portátil…

NICOLÁS REYES: Tampoco era un producto mucho mejor que la competencia, era una chimenea y ya está.

ORIOL PARREÑO: Era una chimenea, me trajeron las fotografías, no la tenía ahí, empecé a leer las características y bueno, era móvil, era portátil, era como una caja y arriba tenía una especie de cristal y dentro salía como un fuego, entonces lo miraba y decía:

“Ostras, sí, lo puedes meter en casa y tal, tienes calor para el invierno y para que esté toda la familia ahí juntita y tal”, y pensé:

“Esto es una mierda”

Digo: “Esto lo haría cualquiera”.

Entonces, intenté imaginarme cómo sería la vida de un hombre de las nieves en el círculo polar ártico o en el antártico, metido en un iglú, y el tío viviendo como si eso fuera el Caribe gracias a esa chimenea portátil que le ha llegado a su iglú y el tío puede vivir tranquilamente.

Entonces, le di el giro, que es lo que siempre estamos hablando, darle el giro al producto y llevarme esa chimenea, que, en teoría, tendría que ser un copy para la casa, el hogar, y se lo metí en un esquimal, y un esquimal que era el único de su tribu que vivía como si estuviera en el Caribe.

NICOLÁS REYES: Muy interesante, Oriol. 

 

¿De qué hablamos en la
entrevista completa de 29 páginas?

 

¿Quieres conseguir clientes de copywriting? – Oriol me cuenta sobre la habilidad que desarrolló para que los fundadores de MeQuedoUno le pidieran que trabajara con ellos (nada que ver con saber vender ni escribir).

53 palabras de oro – el divertidísimo email de confirmación de pedido, que aparte de revelar la filosofía de MeQuedoUno, fidelizaba a los clientes.

¿Mejor día para vender? – Esto no está basado en datos científicos, sino en la opinión de Oriol, que generó más de 20 millones de euros escribiendo emails de lunes a viernes.

– The New Yorker. Es una revista que Oriol solía leer pero, no para saber dónde comer en Manhattan, sino para refinar el arte de escribir con humor gracias a uno de los muchos monologuistas que publicaban sus historietas ahí.

– Que Dios me fulmine si te miento. – En 1997 salió una película que Oriol vio muchas veces en la que hay una escena, a primera vista poco importante, que usó para escribir emails vendedores cuando no tenía ni idea del producto.

Un reconocido método ruso que casi nadie del marketing online conoce, que Oriol usaba, y sigue usando, para “vender la moto”, tanto con emails como si lo encierras en un despacho con un directivo.

Para descargar y leer esta exclusiva entrevista…

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