La mejor película sobre ventas que
no verás en ninguna otra lista

Cuando he hecho búsquedas del tipo… “La mejor película sobre ventas”, o … “películas sobre vendedores que te inspirarán”, o … “las mejores películas para vendedores“, casi siempre me salen las mismas pelis.

Algunas son buenas, algunas son malas, algunas ni siquiera merecen la pena, pero en ninguna de las listas me he encontrado con la que es, en mi opinión, la mejor película sobre ventas.

¿Qué pelis suelen figurar en esas listas?

Pues, vamos a pasar la lista de 14 películas sobre ventas y vendedores, que no tendrías que ver si realmente quieres aprender algo sobre cómo vender y ser comercial.

Empezamos por una más o menos reciente.

El lobo de Wall Street

¿es esta la mejor película sobre ventas?

Dirigida por el enano italiano-americano Martin Scorsese y basada en la autobiografía de Jordan Belfort, esta peli, a pesar de durar tres horas, es buena.

Si la has visto, ya sabes que “El lobo de Wall Street” muestra lo que harían muchos comerciales de 25 años si ganaran más de un millón de dólares al año y vivieran en un mundo donde nadie conoce los términos “políticamente correcto” y “SIDA”.

Y ese es el problema.

En la gran mayoría de escenas los comerciales no están

… rebatiendo objeciones
… ni pegando rollos
… ni cerrando ventas

Lo que si que vemos es a Jordan Belfort y sus coleguillas…

… fumando crack, esnifando farla y metiéndose “ludes”
… follando putas, escorts de lujo y lagartas.
… tirando a mayordomos amariposonados por balcones
… jugando a dardos con enanos
… y hundiendo un yate en medio del Mediterráneo.

Vale… ya sé que hay una escena en que Belfort impresiona a veinte comerciales vendiendo $4.000 de Aerotyne por teléfono a un cartero de Minnesota, y otra escena en que da una formación sobre cómo vender en un garaje, pero… poco más.

El resto son exageraciones, como la vez que Belfort se enfada y tira unos cangrejos cocidos canandienses a dos agentes del FBI, y en vez de acabar con el cañón de un Smith & Wesson bien metido en el ojete y una rodilla sobre la espalda en plan George Floyd, los agentes simplemente se marchan sin hacer nada.

Hay escenas en las nuevas películas Star Wars, que no he visto ni veré, que son más realistas que eso.

Pero a ver, si todos sabemos que los policías estadounidenses son de “gatillo fácil”.

Luego, hay escenas excesivamente largas.

Como en la que Belfort, empastillado hasta las trancas, conduce su Ferrari hasta su mansión, a un kilómetro por hora para evitar un accidente.

Cuando los policías llegan a su casa y vemos que el Ferrari está completamente destrozado, pues… tiene su gracia.

Pero claro… dura casi cuatro minutos.

Te hace reír pero… ¿te enseña algo sobre vender?

Pues, no mucho.

Ni siquiera te enseña cómo drogarte de manera responsable.

A ver, vamos a ser claros.

Hay una cosa importante que tienes que entender sobre el querido Jordan Belfort.

Ignacio Allende Fernández, alias “Torbe”, en su libro “Diario de un putero“, cuenta sobre un día que graba dos escenas con dos actrices lituanas para luego tomarse un café y hacer lo que más le gusta hacer en la vida: irse de putas.

Torbe lo pone así:

 

Ayer, sin ir más lejos, me follé a dos señoritas lituanas y las metí 2 cohetes a cada una. Hoy otro tanto, bueno, han sido 3, y mañana se prevé que caerán otros 4. ¿Qué me pasa doctor? ¿Es normal que rozando los 40 tacos siga teniendo esta capacidad sexual? ¿Qué ocurre que no se me pasan las ganas de follar? Tengo amigos que llevan casados mucho tiempo y me dicen que ya no follan, ¿por qué ellos no y yo si? Es que es ver una tia buena y ya me la quiero follar. ¿Será que me pasa esto porque no me he casado aún?

 

Pues, Jordan Belfort, que es aún más putero que Torbe pero sabe cómo venderte un boli, tampoco es un tío normal.

En realidad, cuando lo echaron de Stratton Oakmont, Belfort tenía mucho dinero y nada que hacer.

En vez de tomarse unas vacaciones, o ingresar en un centro para toxicómanos para fumar heroína sin gluten con Ozzy Osborne, el tío empezó a dar vueltas por Queens vendiendo reducción de hipotecas a puerta fría.

Y le fue bien.

Debe ser el único tío del mundo, tan adicto a las ventas que, a pesar de tener 50 millones en el banco, se pasa el día picando puertas como un vendedor del Círculo de Lectores.

Pero, la película no va de eso.

Lo que “El lobo de Wall Street” enseña es que para realmente pasártelo bien, tienes que esnifar farlopa del culo de una escort ucraniana que vale $1.500 la hora y cuenta con valoraciones verificadas de cinco estrellas de puteros profesionales como Torbe.

Seguimos.

En busca de la felicidad

¿es esta la mejor película sobre vendedores?

A ver, yo no he visto esta película ni la pienso ver.

El trailer en sí es tan azucarado, tan dulce y tan tierno que me provoca ganas de potar.

Otra cosa, sinceramente, después de la humillación pública de Will Smith por parte de la asquerosa de su mujer, que le puso los cuernos con un cantante tatuado hasta las cejas bajo la excusa de que “lo quería ayudar”, es difícil ver a este actor, que me hizo reír en “Un príncipe en Bel-Air”, como un comercial novato en vez de un patético, y triste, cornudo orejudo mega-rico de Hollywood.

Will Smith… la cagaste.

Jada te jodió.

Bueno, si quieres perder el tiempo sin aprender nada, mírala.

Seguimos.

Jerry Maguire, Wall Street y Glen Garry Ross

En general, me cuesta creerme que un actor famoso que salvó a la humanidad de extraterrestres, o que salió en Oprah saltando sobre un sofá gritando “estoy enamorado” como una niña venezolana de 15 años, o que estuvo casado con Kim Basinger y que ahora sale en Youtube cada dos por tres planchando gayumbos anunciando Etoro, o que contrajo un cáncer en la lengua por estar dos horas al día comiéndole el chimi-churri a Catherine Zeta-Jones…

… como una persona normal que empieza a trabajar como comercial: no lo veo.

Simplemente veo farándula hollywoodiense.

He visto las tres películas y, a parte de la escena de “muéstrame el dinero” de Jerry Maguire, no me acuerdo de más escenas.

A parte, Tom Cruise, un títere de sus amos cienciólogos, que lo tienen agarrado por los huevas, me da asco.

Wall Street no está mal.

Es demasiado larga y más que enseñar cómo vender, es una obra propagandística que te vende la idea de que trabajar en Wall Street es la mejor cosa del mundo.

Quemando ruedas (vender o morir)

esta no es una buena película sobre ventas

En un blog vi a uno recomendando esta película y, en particular, la escena en que el protagonista pega un discurso a una azafata para que le deje fumar en el avión.

El tío es tan persuasivo que los otros pasajeros lo apoyan como si fuera Trump haciendo campaña electoral en Mississippi.

Vamos a ver.

Si te pones en plan chulito diciendo estupideces como “¿Sabías que en 1969, cuando se permitía fumar en los aviones, el hombre llegó a la luna?” después de lo que hizo Obama, digo Osama y sus amiguitos barbudos, te pegan una patada en culo, te meten un helicóptero negro y acabas en Guantánamo para una terapia holística de “waterboarding” de 24 horas.

No me cuentes cuentos chinos, hombre.

Esto no tendría que estar en una lista de “mejor película sobre ventas y vendedores”.

Esto es una mierda inmasticable de Hollywood.

Boiler Room - El informador

mas bien una pelicula sobre chivatos que comerciales

Otra película sobre lo que pasó en Stratton Oakmont, la empresa de Jordan Belfort.

No está mal.

Pero, igual que “El lobo de Wall Street”, no hay muchas escenas sobre el día a día de un comercial.

Bueeeno, está la escena en que el calvo de Fast & Furious le vende 2.000 acciones a un médico por teléfono pero… pocas más.

El resto de la peli trata sobre cómo el prota, un tío con cara de gusano, se entera de que trabaja para una panda de estafadores y se chiva al FBI.

¿Su motivación?

Seguramente porque su amo, Jordan “el judío maravilloso” Belfort, nunca lo invitó a participar en una de sus famosas “partuzas con escorts rusas” en la mansión de los Hamptons.

El fundador

Esta película está bien.

Me gusta.

Y no lo digo en plan sarcástico ni nada parecido.

La película realmente está bien.

En la escena clave, un consultor financiero le explica a Ray Kroc que el verdadero negocio está en comprar y alquilar el local a los franquiciados, en vez de ganar un patético porcentaje de cada Happy Meal vendido.

Es una buena escena, porque en algunas ocasiones vender es conseguir que el adversario vea las cosas a tu manera.

¿El problema?

El problema es que un jefe comercial odia a ese tipo de personas.

Si crees que impresionarás a tu nuevo jefe dándole sugerencias astutas e ideas revolucionarias sobre cómo llevar mejor el negocio, pues… te estás equivocando.

Un jefe comercial lo que quiere de un nuevo comercial son tres cosas: reuniones realizadas, propuestas enviadas y ventas cerradas.

En pocas palabras, las ideas brillantes que sacaste de algún libro de Tim Ferriss… le dan igual.

Bueno, eso no es verdad.

La verdad es que cuanto más “ideas” y “sugerencias” le vayas dando, peor le vas a caer.

En el fondo la razón por la que estás dando “ideas sobre el negocio” es para camuflar tu ineptitud y tu completa falta de experiencia comercial.

La verdad es que un director comercial no empieza a escuchar las sugerencias de un comercial, hasta que ese comercial no haya fusilado y refusilado a todos los récords de venta de la sala.

¿Otra escena clave?

Pues, es cuando Ray Kroc quiere ahorrar dinero haciendo los “milk-shakes” con leche en polvo y los hermanos McDonalds, unos sibaritas de la comida rápida, se niegan.

Kroc los insulta, y los hermanos dicen que lo van a denunciar y quitarle el derecho a usar el nombre “McDonalds”.

Bueno… ¿y cómo hace Ray Kroc, ese gran comercial, para evitar la denuncia?

¿Cómo les vende la idea de hacer las paces?

Pues, simplemente les dice que “dos mindundis” como ellos, que solo tienen un restaurante en “medio del desierto”, no pueden darse el lujo de gastar tanto dinero en un proceso legal.

Luego les da una oferta de “apretón de manos”, jurando que les pagará una comisión del 1 % de ganancias perpetúas a futuro, y claro, los hermanos McDonalds, unos tíos incapaces de mojarla en un puticlub de carretera, la aceptan.

Y se van a la mierda.

A Ray Kroc le pasa un poco lo mismo que a Jordan Belfort.

Su historia es demasiado extraordinaria como para que una persona normal, que tiene que vender software, seguros o formación, se pueda llegar a identificar.

“El fundador”, con pocas dudas, debería figurar en las listas de “mejores películas sobre emprender” pero no en una lista sobre “mejor película sobre ventas”.

Dallas Buyers Club

¿Dallas Buyers Club en una lista como la mejor película sobre ventas?

A ver, si fuera Dallas Salesmens Club, igual la consideraría.

Creo que vi la mitad, pero como otra de estas películas que figura en las listas por sus poderes de “motivación” y “superación” y no por tratar sobre la vida comercial, a mí solo me motivó a hacer una siesta.

Tommy Boy

El protagonista Chris Farley, que tendría que haberse hecho amiguete de Jordan Belfort para aprender cómo esnifar rayas de farlopa de metro cincuenta sin palmarla de una sobredosis, es un gordinflón chistoso que tiene que asumir el rol de su padre y sacar adelante la fábrica de frenos.

Suena bien…¿no?

Pfff.

La he visto dos veces, ambas porque tenía resaca y me daba pereza pillar el mando, y creo que se aprende más sobre cómo tener una buena relación de pareja leyendo “Diario de un putero”, de Torbe, que algo sobre ventas de Chris Farley y el enano subnormal que lo tiene que acompañar.

Además, “Diario de un putero” y el segundo libro “Las putas son alegría”, son más divertidas que Tommy Boy.

El padrino

¿En serio?

¿El padrino en una lista sobre la mejor película sobre ventas?

¿De quién fue la idea?

¿De Fredo o del hermano ese que se comió la balacera en el peaje?

Vamos a ver chavalín, si crees que cerrarás muchas ventas diciendo a los clientes potenciales con voz de mafioso jubilado… “te voy a dar una oferta que no podrás rechazar”… pues estás equivocado.

Muy equivocado.

¿Qué más queda?

El vendedor

Esta es una película francesa que igual está bien.

La verdad, no tengo ni idea.

Casi prefiero pasarme un rato en Guantánamo con el tontarrón que quería fumarse un piti en el avión, que escuchar a dos gabachos hablando sobre pólizas de seguros.

De puerta en puerta

no es la mejor la película sobre ventas

Esta peli está basada en una historia real que no conocía.

Sacado de Wikipedia o del resumen de IMDB…

“…Bill Potter tiene parálisis cerebral pero sueña ser comercial de puerta en puerta
como su padre. Consigue la peor ruta posible y logra superarse a sí mismo llegando
a ser el mejor vendedor de la empresa. La historia de Bill es todo un ejemplo de
paciencia y perseverancia…”.

… y antes de acabar de leerlo, decidí que no la iba a ver.

El trailer ya es altamente mantecoso, demasiado sentimental y azucarado, para que te pueda enseñar algo más que “paciencia” y “perseverancia”.

¿Otro gran problema?

Vamos a ver, la pregunta que te tienes que hacer antes de dedicar 90 minutos de tu vida a aprender cómo vender y no recibir una patada en el culo de tu nuevo jefe, es… ¿tengo parálisis cerebral?

¿No?
¿Estás seguro?
¿Segurísimo?

Pues me alegro.

Mira, para que un comercial de puerta en puerta con parálisis cerebral, cierre una venta y gane una comisión, lo único que tiene que hacer es ponerse un traje, picar a una puerta y conseguir que le dejen entrar.

Si consigue eso, el tío va a vender.

Y eso se debe al simple hecho de que…

“¿Cómo carajo no le vas a comprar algo a un
pobre desgraciado que no puede hablar bien?”

Si consigue entrar y presentar el producto, responder cuatro preguntas y poner cara de pena, los yanquis, esa gente tan enamorada del “American Dream” y todo esa mierda, se van a emocionar y soltar pasta al pobre tío.

No recomiendo que la veas, pero sí que recomiendo que veas el trailer.

En castellano.

No en inglés.

El tío que hace el doblaje al castellano, un hijo de puta total, es terrible.

Imita tan bien la voz de un hombre con defectos cerebrales, que te dan ganas de mandarle 50 € por la pena que provoca.

Espero que Santiago Segura lo fiche como ayudante para la próxima edición de la saga Torrente.

Podría ser el hijo del Cuco.

Ojo, si eres el tío que hizo el doblaje de la peli, y no estás haciendo una imitación, te pido mil disculpas por llamarte hijo de puta.

En resumen, “De puerta en puerta”, más que enseñar cómo vender, es una película hecha para la televisión, y para inspirar a personas con parálisis cerebral en hacerse comerciales de puerta en puerta.

No tendría que estar en una lista sobre la “mejor película sobre ventas”.

Amor y otras drogas

no veas esta película de ventas

Un colega que curra como controller en una farmacéutica me dijo que los comerciales de la farmacéuticas viven de “puta madre”.

Y como esta peli va de eso, pues antes de finalizar este post, decidí verla y pronto llegué a la conclusión que… es una mierda.

Lo mejor es que Anne Hatheway, la gatita negrita que pega arañazos a Batman, muestra una teta y luego sale desnuda en otra escena.

Lo peor es que el protagonista, el de la peli de los mariposones que montan en caballo en Nebraska y que no se mató de una sobredosis, también se despelota en varias ocaciones.

El cowboy, un gran mujeriego que se tira a todo con dos patas, conoce a Catwoman en el despacho de un médico, y como va buena y como las enfermas de Parkinson lo ponen to’ bruto, se la tira.

Luego se tira a la secretaria del médico.

Y a la “coach” de ventas de Pfizer.
Y una tailandesa en una sauna.
Y una comercial de otra farmacéutica.
Y no sé quien a más.

Lo que estoy contando más bien parece sacado del libro de Torbe y no una película que suele figurar en listas de “mejor película sobre venta“.

Está claro mi amigo tiene razón.

Estos cabrones viven de puta madre.

No me voy a explayar.

Tiene poco que ver con ventas y es más bien, tal como dice el título, una historia de amor y drogas.

Bueno, a continuación unas películas que no merecen ni siquiera la pena, simplemente…no pierdas el tiempo con: Autos usados, Muerte de un Viajante, Cadillac Man, El abogado del Diablo y Piratas de Silicon Valley.

Y con eso, por fin hemos llegado a la parte interesante.