Cuando viví en Estocolmo alquilé un piso con un argentino que había conocido en Barcelona.
Había cobrado el paro y se vino a Suecia a seguir su gran sueño.
Le dije que con el paro de España era mejor que volviese a Argentina para nunca volver, pero como tenía 7 años más que yo, no me hizo mucho caso.
A ver, su gran sueño era casarse con una sueca.
Bueno, que fuese sueca, finlandesa o danesa, le daba igual, lo único que le importaba era el color de su cabello.
Quería una rubia.
Estaba cansado de las argentinas y de las españolas. Según él, solo discutían.
Me contó que una “gallega” andaba como loca detrás de él.
Me lo creí porque me mostró los mensajes y llamadas que recibía. La tipa estaba medio poseída a pesar de que él pasaba olímpicamente de ella.
¿Por qué?
Escucha…
Me contó que una noche en Barcelona, en medio de un polvo con la gallega, se le cruzaron los cables y se levantó de la cama, se puso los pantalones, los zapatos, la camisa y…se fue.
Salió por la puerta y ni dijo adiós.
La chica no entendió nada y le llamó 80 mil veces para entender por qué se había ido.
Le seguía llamando hasta cuando el boludo se fue a Suecia.
Él tipo no cogía el teléfono y ella seguía llamando y llamando.
¿Y?
Pues eso.
Eso es lo que debe hacer un buen e-mail.
Dejarte insatisfecho.
Ya sé que eso van en contra de la filosofía de… “dar un montón de valor en cada email”… que predican los apocalípticos anónimos que se hacen pasar por gurus del marketing y la venta.
Yo estoy con el pelotudo del porteño.
El mundo no se acaba si dejas insatisfecha a la gente.
Al revés.
Es cuando quieren más.
Mira.
Al escribir este email me acabo de dar cuenta que la palabra “insatisfacer” no existe según la RAE, pero bueno, da igual.
Es lo que hay que hacer…insatisfacer.
Hablando del coitus.
En el curso te muestro una manera en que puedes combinar dos fuerzas más persuasivas que hay.
El sexo y el miedo.
¿Donde?… 30 días – 60 e-mails
Suscríbete a la lista
Al suscribirte recibirás emails diarios con ofertas de Nicolás Reyes y te puedes dar te baja en cualquier momento.