Vamos a hablar del sexo y las vacaciones.
Estaba tomando café con la vecina ONG y me dijo que las mejores vacaciones de su vida las pasó en París con cuatro duros y con una amiga.
La amiga era ninfómana y la vecina ONG no lo sabía.
Como no tenían ni para comprarse un cruasán, la vecina ONG pensaba dormir en un banco, pero la amiga encontró otra solución.
Se ligaba un tío diferente cada noche.
Esto fue en los 80 cuando no había tinder y las chicas jóvenes aún sabían como coquetear.
En 10 días la vecina durmió en 10 sofás diferentes mientras que la amiga se tiraba a algún tío.
No me contó muchos más detalles.
¿Y?
Lo bueno de la historia es esto…
Tanto la ninfómana como la vecina ONG se quedaron enamoradas de París y el año siguiente decidieron volver.
Pero, la diferencia era que las dos ya estaban trabajando y tenían dinero.
La segunda vuelta a París ya no fueron de aventureras.
Se quedaron en un hotel guay.
Fueron a ver la Torre Eiffel,
El Louvre,
Cogieron un barco por el Sena
El Louvre,
Cogieron un barco por el Sena
Hicieron las típicas cosas que hace todo el mundo…
La vecina acabó su cigarrillo nobel y dijo…
-Ir de vacaciones con dinero es un puto aburrimiento tío
Lo pasé mucho mejor el primer viaje…cada día fue una aventura…
a ver dónde dormimos esta noche…
a ver quién se folla hoy…un banquero…un pintor…un ladrón…un taxista…
a ver en que barrio me voy a levantar mañana…
a ver en que barrio me voy a levantar mañana…
Bueno…
Supongo que hubiera sido más fácil quedarse algunos dos o tres días en casa de uno de los ligues, pero claro, no hubiera sido igual de divertido.
Es lo que hay.
Tanto las ninfómanas como los normales buscan una cosa…
Y esa cosa no es el aburrimiento.
Hablando de adicciones
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