Me acuerdo de la primera vez que me recomendaron ver la serie…

…”Breaking Bad”.

Es la del químico calvo que fabrica metamfetaminas en el desierto de Arizona.

Como el que me la recomendó era abogado, no le presté atención.

Los abogados están demasiado acostumbrados a consumir contenido súper-aburrido como para hacerles caso.

Luego, cinco personas diferentes me la recomendaron SIN que yo les preguntara sobre series.

Tampoco les hice caso.

Paso.

Pues, la quinta temporada de “Breaking Bad” acabó y la gente me seguía recomendando la serie.

Pero no la vi hasta el año pasado.

A ver, definitivamente es una buena serie para aprender cómo crear contenido adictivo.

Sin duda.

¿La recomiendo?

Pues no.

Para mí, una serie, o un libro o una película, solo es recomendable si vale la pena volverla a ver más de una vez.

Y Breaking Bad, solo hace falta verla una vez.

No tiene mucha profundidad.

La única escena que realmente me gusta es cuando la novia yonqui del socio del químico se muere de una sobredosis de heroína.

El socio, otro yonqui, se encierra en su casa para drogarse y lamentarse de la muerte de su novia.

Y para otra cosa.

Para llamar repetidamente al móvil de la novia, digo ex-novia, para oír el mensaje de su buzón de voz.

Es la única manera que puede volver a oír su dulce voz.

El mensaje de la novia es el siguiente…

 


“Hola, si me llamas para venderme algo, tengo tres palabras
para decirte… no estoy interesada… pero, si eres guay, déjame tu mensaje”.

 


El yonqui, que es un tío que se hace adicto a cualquier cosa menos al deporte, llama un montón de veces.

Un montón de veces.

Es algo compulsivo.

Se pasa el día llamando al buzón para oír la voz de su ex-novia.

Sobre todo, llama por la noche cuando las pesadillas le impiden dormir.

Llama
Oye el mensaje
Cuelga

Llama
Oye el mensaje
Cuelga

Llama
Oye el mensaje
Cuelga

Es la rutina para sentirse un poquito mejor.

¿Y?

Pues al final del episodio pasa lo que todo el mundo sabíamos que iba a pasar.

El yonqui llama, y en vez de oír a su ex-novia, oye una voz robótica de una mujer que dice…

 


“Le informamos que el número tal y cual, ha
sido permanentemente desconectado”.

 


Clic.

El pobre yonqui miserable se echa a llorar.

Ni él, ni nadie más jamás van a volver a oír la voz de esa chica.

Ya murió.

Ya realmente se acabó el cuento.

Y, esa escena de “Breaking Bad” me encanta.

Esa escena muestra el poder de los hábitos.

Si sabes cultivar un hábito en que la gente hace algo y luego recibe una recompensa, pues…se quedan adictos a esa actividad.

Y, en eso está basado mi sistema de vender con email.

Es cómo se construye una audiencia…

Para empezar a convertir suscriptores a yonquis del email…

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