Hablemos de copywriters.
Seguro que has visto el gran peliculón “300” que salió hace unos años.
La escena más famosa es cuando el espartano le pega una patada al mensajero iraní y lo manda al fondo de un pozo.
Pero para mí está lejos de la mejor escena.
La mejor escena es cuando los espartanos se encuentran con otro ejército griego, de Atenas o de un sitio de estos.
El jefe de los 300 le pregunta a uno de los soldados del otro ejército:
– Tú, ¿a qué te dedicas?
– Soy florero.
– Y tú…¿a qué te dedicas?
– Soy pastelero.
– ¿Y tú?…¿a qué te dedicas?
– Soy alfarero.
– Soy florero.
– Y tú…¿a qué te dedicas?
– Soy pastelero.
– ¿Y tú?…¿a qué te dedicas?
– Soy alfarero.
Puros trabajos moñas.
El líder de los 300 le dice al general del ejército: Ahora os voy a mostrar cuál es la diferencia entre vosotros y nosotros.
– ¡Espartanos! ¿A qué nos dedicamos?
Todos los soldados gritan:
– ¡SOMOS SOLDADOS!
¡UNGA UNGA UNGA!
¡UNGA UNGA UNGA!
Pues eso.
Cuidado con los copywriters que te puedes encontrar por ahí.
La gran mayoría son en realidad periodistas o filólogos cuando tendrían que ser comerciales.
¿Y por qué no tienen experiencia comercial?
Fácil.
Les da miedo el rechazo.
Les da miedo que les digan “no”
Les da miedo vender.
Un poco triste.
A ver, hablando de cosas que no son los que parecen.
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