Vamos a hablar sobre secuestros mentales.
A ver.
Hay una película ochentera vieja con el grandísimo actor Chuck Norris, en la que unos terroristas secuestran un avión del aeropuerto de Atenas.
Los terroristas, obviamente, son islamistas, yihadistas, bin ladinistas, o una cosa de estas.
Una vez en el aire, uno de los barbudos encuentra un bolso y vacía su contenido.
Encuentra…
… dinero
… maquillaje
… kleenex
y también un anillo con inscripciones en… !hebreo!
El terrorista explama:
-¡Hay israelitas en el avión!
El jefe ordena a una de las azafatas, una mujer rubia, que reúna los pasaportes de los pasajeros.
La azafata obedece rápidamente.
Cuando el jefe tiene todos los pasaportes entre sus manos, ordena a la misma azafata que separe a los ISRAELITAS de los que NO son israelitas.
Marchando.
La azafata le dice que no hay israelitas y que la mayoría son estadounidenses volviendo de vacaciones.
Muy bien.
El terrorista le dice que SEPARE a los JUDÍOS de los que NO son judíos.
La azafata le dice que en los pasaportes no pone la religión de la persona.
Joder.
El terrorista la apunta con la pistola y le dice que SEPARE a los JUDÍOS de los NO judíos por los APELLIDOS.
Yala, yala.
Pero, la azafata se niega.
No lo quiere hacer.
El terrorista le pregunta porque está arriesgando su vida.
La pobre alemana le responde…
-¿No te das cuenta?
¿No te das cuenta?
¿No notas mi acento?
No voy a hacer una lista de judíos, porque, porque…
… ¡yo soy alemana!
Pues nada.
Esas ganas de arriesgarse la vida para no aparentar ser nazi, es una emoción poderosa que impide la toma de acción.
Es un secuestro mental.
Pero…
Hay una manera en que se puede mentalmente secuestrar a este tipo de personas, para que TOMEN ACCIÓN sin pensar dos veces sobre porqué lo hacen.
Es otro tipo de secuestro mental.
Y, eso es lo que yo enseño.
Para saber más sobre secuestros mentales y email copywriting…
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